TAREA PSICOLOGÍA DESCRIPTIVA Y NEUROCIENCIA
SEGUNDA ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
¿Podría pensar una computadora?
Respetando las diferentes posturas que puedan converger en este espacio de aprendizaje, y sin buscar argumentos simplistas ni reduccionistas, la inteligencia artificial seguirá dando pasos agigantados, hacia la construcción de sistemas que simulen el pensamiento humano, haciendo hincapié en el “como si” ya que aún con el empleo de complejos algoritmos a través de los cuales se puedan establecer correlaciones entre distintas cualidades de información, construir secuencias, sistematizar procesos y emitir conclusiones (entre otros), a velocidades inclusive mayores que la humana; no podrá ser considerado como “pensar” debido a que carece del proceso creativo único en la especie humana (entiéndase proceso creativo como la capacidad de dar una respuesta nueva adaptada al entorno específico en el que se encuentra ese humano en un tiempo y espacio determinados, Douglas, 2012). Además que el proceso de pensamiento humano está vinculado al flujo del sistema de procesamiento de la información y de la energía el cual está constantemente “nutrido” de manera simultánea por la interacción con su entorno (relationship), por los mecanismos del cuerpo/cerebro (brain) y por la regulación (Mind)(Siegel, 2012), y estos elementos arriba mencionados no se encuentran en los sistemas artificiales. (por el momento)
Eby, D. (2012). Left Brain, Right Brain- Creativity and Innovation. Psych Central. Retrieved on August 26, 2013, from http://blogs.psychcentral.com/creativemind/2012/02/left-brain-right-brain-creativity-and-innovation/
Siegel, D. (2012). Pocket Guide to Interpersonal Neurobiology. Norton & Compaby, Inc. New York, NY.
EMPLEO DE ANIMALES EN LA INVESTIGACIÓN NEUROCIENTÍFICA
El conocimiento humano se ha beneficiado de manera importante gracias a la experimentación con otras especies, situación que también ha favorecido la creación de medicamentos, herramientas biotecnológicas, mejoramiento de procesos para preservar, tratar, controlar y curar enfermedades y padecimientos, así como contribuir significativamente a aumentar la calidad y la expectativa de vida en nuestra especie.
Probablemente a medida que existan más avances en biotecnología, en imagenología, y demás sistemas avanzados de diagnóstico, se podrá prescindir de la experimentación en animales, situación por demás idónea. No obstante, mientras tanto seguirá siendo necesario recurrir a esta práctica, siempre y cuando se sigan las reglas éticas establecidas internacionalmente.