Gómez Ávila Luz / Principios de Neurociencia / Grupo 6
Unidad 4, subunidad 4.3, actividad 4 (primera parte: cuestionario sobre ponencia del Dr Delgado)
Diplomado: Principios de Neurociencia
Unidad 4 / Subunidad 4.3
Actividad de aprendizaje 4, primera parte
1) De acuerdo con la exposición del Dr. Luis Delgado, explique los siguientes conceptos, cuyas respuestas deberán remitirse por correo electrónico y compartirse en el Foro de discusión.
Para esta actividad es requisito indispensable interactuar con otros compañeros en el foro de discusión, por lo que se requiere que al menos consten dos comentarios en relación con las aportaciones de tus compañeros. La falta de dichos comentarios será suficiente para tener por no presentada la actividad aún y cuando se remitan las respuestas por correo o se publiquen en el foro.
a) ¿Cómo se encuentra formado el sistema piramidal?
De acuerdo con la exposición del Dr. Delgado Reyes, el sistema piramidal es una vía descendente, implicada en el control motor en cuello, tronco y extremidades. Es la vía más importante, y, en términos filogenéticos, es la más reciente.
Está conformado por dos tractos descendentes:
i) Vía: corticonuclear, que comienza en la corteza y termina en el tronco cerebral. Controla los movimientos voluntarios de la cabeza.
ii) Vía corticoespinal. Que discurre desde el córtex hacia la médula espinal (ME).
La vía corticonuclear surge desde los núcleos motores voluntarios de los pares craneales. En el caso de los movimientos oculares, involucra a los pares craneales II, IV y VI. En el caso de los músculos de la masticación, está relacionada con el par craneal del trigémino (V). En el caso de los músculos que posibilitan las expresiones faciales, están involucrados los núcleos motores del nervio facial (par VII). Para la movilización de los músculos de faringe, laringe, parte del esófago, intervienen los pares craneales IX, X y XI); para movimientos de la lengua: el par hipogloso (XII).
En cuanto al tracto corticoespinal, éste va a terminar en los núcleos motores situados en el asta anterior de la ME; participa en la activación de los músculos del resto del cuerpo.
El Dr. Delgado Reyes explicó que cuando se estudian las tractos corticoespinales, es importante analizar su origen, el trayecto que siguen y su terminación, en las astas anteriores de la ME.
b) ¿Qué área de Brodmann está representada por el giro precentral y cuál es la función de dicha área?
El origen de la vía corticoespinal en la corteza cerebral ocurre en el giro precentral, para aproximadamente 1/3 de las fibras. Ésta es el área 4 de Brodmann. Su función está relacionada con la iniciación de movimientos voluntarios (corteza motora primaria).
Aquí se localiza el homúnculo de Penfield, al nivel de la capa V, en donde se encuentran células piramidales gigantes, que participan en el origen de la vía corticonuclear en su porción del giro precentral. El homúnculo de Penfield se encuentra a lo largo del giro.
c) ¿Qué son las vías corticoespinales?
Las vías corticoespinales, o tracto corticoespinal, están compuestas por los axones de las neuronas piramidales presentes en la capa V del córtex, fundamentalmente, situadas en la corteza motora primaria. En el giro precentral van a encontrarse neuronas de gran tamaño, y esto se debe a que sus axones tienen que recorrer una distancia más larga. Estas neuronas tan grandes reciben el nombre de células de Betz.
El origen de esta vía también se encuentra en el giro frontal superior y en el giro frontal medio (área 6 de Brodmann), en el área premotora. Su porción superior es llamada “área motora suplementaria”. Se extiende hacia el giro frontal interno. También, esta vía tiene origen en el giro postcentral, el cual es predominantemente sensitivo (son las áreas 3, 2 y 1, de Brodmann, que llevan información ascendente; son parte de la corteza somatosensitiva primaria). De aquí se originan también vías descendentes que van a formar parte del tracto corticoespinal. La involucración de múltiples áreas de origen de las vías corticoespinales refleja la importancia de la comunicación entre sensibilidad y motricidad, que es esencial para la realización de los movimientos finos, los cuales caen bajo el control de las vías corticoespinales.
El descenso de las vías corticoespinales transcurre por el tronco cerebral, bajando hacia los pies del puente. Posteriormente las fibras se “dispersan” un poco, y van a descender entre los núcleos pontinos. Luego, las fibras se compactan nuevamente, y forman parte del rodete de la médula oblongada en su cara anterior. En la unión de la médula oblongada con la médula espinal, aproximadamente el 80% de las fibras se van a decusar y van a continuar su descenso por el cordón lateral posterior, constituyendo el tracto corticoespinal cruzado.
El restante 20% de las fibras tiene un descenso no cruzado (no se decusa, sino que su descenso es “directo”) y forma el tracto corticoespinal anterior, ventral o directo. No obstante, a medida que su descenso vaya transcurriendo por la médula espinal, sí tendrá decusación, fibra por fibra.
El punto en que terminan estos tractos descendentes será en las astas anteriores de la ME, en las láminas VIII y IX. También tienen terminal en las astas posteriores, para permitir la relación con las astas sensitivas. En la lámina IX se encuentran alfa motoneuronas y neuronas motoras gamma. Las alfa motoneuronas conectan con fibras extrafusales del músculo (placa neuromuscular). Las neuronas motoras gamma terminan en fibras intrafusales del huso neuromuscular, con la función de regular el tono muscular, mediante las variaciones en el umbral de descarga del huso neuromuscular.
Estas neuronas tienen conexión con la musculatura distal de las extremidades (codo, muñeca, movimientos de dedos, en extremidades superiores. En inferiores: rodilla, tobillo y dedos del pie). Están relacionadas con los movimientos finos.
Las vías corticoespinal son de una enorme importancia en la especie humana, ya que están compuestas por alrededor de 1 millón de fibras. La vía piramidal hace posible que cada dedo pueda moverse de manera independiente.
d) ¿Cuáles son los efectos de la lesión de la neurona motora superior?
Se produce el síndrome de neurona motora superior, que supone un daño en la vía corticoespinal. La neurona motora superior se encarga del control de los movimientos voluntarios finos. Se va a producir una parálisis de la musculatura distal en las extremidades superiores e inferiores, por ejemplo, en mano y pie.
En este síndrome, los efectos musculares son de tipo espástico, es decir: rigidez, producida por la elevación en el tono muscular. Esto sucede porque la neurona motora superior se encarga de modular a la neurona motora inferior, llevando estímulos inhibitorios relacionados con el control del tono muscular.
En caso de lesión de la neurona motora superior, la neurona motora inferior “se libera”, y como consecuencia de ello, se producirá la espasticidad. De esta forma, la neurona motora inferior comenzará a “descargar” sobre las fibras α y γ, elevando el tono muscular (hipertonía), y se incrementan los reflejos de estiramiento muscular, así como los reflejos de estiramiento muscular (osteotendinosos). De igual manera, se registra hiperreflexia, que está causada por la “liberación” de la neurona motora inferior.
e) ¿En qué consiste la vía retículo espinal?
La vía retículo espinal es parte del sistema extrapiramidal. El sistema extrapiramidal está formado por las vías descendentes: retículo espinal, vestíbulo espinal, rubro espinal, tecto espinal y olivo espinal. El sistema extrapiramidal está implicado en el control de la musculatura proximal y axial, en tronco, cuello y extremidades.
En concreto, la vía retículo espinal tiene su origen en la formación reticular del puente, en los núcleos centrales y en la formación reticular de la médula oblongada. Y estas fibras van a descender hacia la ME. La vía retículo espinal desciende por el cordón anterior y lateral. Hay fibras directas, y otras, cruzadas. Tienden a la dispersión. Reciben influencia desde la corteza cerebral.
Hay fibras córtico-reticulares, difusas, cruzadas y directas. Hay fibras retículo espinales, que reciben información del cerebelo: fibras cerebelo reticulares. También reciben influencia del cuerpo estriado, núcleo caudado, núcleo lenticular y fibras pálido-reticulares. El cuerpo estriado incluye en los movimientos automáticos, como por ejemplo en la marcha y su característico balanceo. El córtex motor, en el lóbulo frontal, y también, en la cara medial, que se sitúa por encima del cuerpo calloso, cuenta con figuras córtico-reticulares. Del cerebelo: hay fibras cerebelo reticulares, y las del cuerpo estriado, caudal y lenticular participan en los movimientos automáticos.
Su terminación ocurre en la vía final común, que son las neuronas en astas anteriores, lámina IX: neurona motora inferior, que va a musculatura proximal y axial. La vía retículo espinal está implicada en las respuestas de enderezamiento corporal y conservación de la postura (respuestas extensoras).
f) ¿Cuál es la función de los núcleos vestibulares?
Los núcleos vestibulares, principalmente se sitúan en la porción baja de la médula oblongada, en el área lateral. Estos núcleos envían fibras descendentes hacia la ME. Dan origen a la vía vestíbulo-espinal, sobre todo, del núcleo lateral. Pueden haber fibras que transcurran de manera directa, pero también cruzadas. Van “corriendo” por el cordón lateral. Y su terminación será en el asta anterior de la ME.
Los núcleos vestibulares tienen asociación con el córtex cerebral. Sin embargo, tal como lo explicó el Dr. Delgado, la relación entre estas dos estructuras no se ha explicado a profundidad. No hay certeza sobre su trayecto específico, pero se ha detectado que tienen relación con el cerebelo, en particular, con el arquicerebelo (lóbulo floculonodular, núcleo fastigio). Estas conexiones se denominan vestíbulo-cerebelosas.
Los núcleos vestibulares reciben información procedente del oído interno (de los canales semicirculares, que se hallan inervados por la neurona ganglionar, parte del nervio vestibular).
g) ¿Cuáles son los efectos de la liberación de la vía reticular?
Si ocurre una lesión que se sitúe por debajo del núcleo rojo, entre los colículos superiores y los colículos inferiores del mesencéfalo, va a ocurrir una desconexión de la vía rubroespinal en relación con el resto del tronco cerebral y la ME. En este caso, ocurrirá la liberación de la vía retículo espinal. Las consecuencias se registrarán en la musculatura extensora: el paciente tendrá los miembros superiores e inferiores en extensión, en la llamada “actitud de descerebración”. Es una extensión anormal. Se libera la formación reticular del puente y la médula oblongada; se liberan los núcleos vestibulares.
En caso de que la formación reticular del puente sufriera de destrucción, y también se dañaran los núcleos vestibulares, el individuo sufriría de una flacidez generalizada, por efecto de la inhibición del tono muscular. Éstas son circunstancias pre mortem.
h) Explique la función de la vía o tracto tectoespinal.
El origen de esta vía se encuentra en el techo del mesencéfalo (tecto o tectum), en el área más dorsal de éste; en el área de los colículos superiores (que participan en el procesamiento de la información visual). Por otra parte, los colículos inferiores están involucrados en el procesamiento de la información auditiva. Por esta razón, a este tracto también se le denomina colículoespinal. Alcanza a las porciones cervicales y torácica superior de la ME. Sus terminaciones se sitúan en las láminas VI a VIII.
Se trata de una vía que desciende de manera cruzada hacia los cordones anteriores de la ME. Participa en la integración de los arcos reflejos visuales, en donde hay movimiento implicado.
Los colículos reciben información visual y sensitiva general a través de la vía espinotectal y espinomesencefálica. Esta vía cuenta con una posición tectonuclear, cuya terminación ocurren los núcleos motores voluntarios de los pares craneales implicados en el movimiento ocular (III, IV y VI). De esta forma, participan en el movimiento de los ojos que responde a estímulos externos.
La importancia del tracto tectoespinal reside en que asume la comunicación entre los estímulos auditivos y visuales, y las respuestas musculares, ya que dicho tracto se activa en respuesta a estímulos inesperados o muy intensos. El tracto emite señales eferentes que controlan la ejecución de movimientos de la cabeza, el cuello y los miembros superiores. Permiten al individuo la adopción de una postura corporal que responda a los estímulos súbitos percibidos, y que le posibiliten emitir una reacción de auto protección. Este tracto posibilita las tareas en las cuales se requiere de una coordinación mano-ojo y oído-mano.