AYORA DURÁN ELIZABETH ADRIANA
DIPLOMADO EN PSICONEUROINMUNOENDOCRINOLOGÍA 2024
UNIDAD 5 EMOCIONES Y COGNICIÓN SOCIAL
SUBUNIDAD 5.2: EMOCIONES, COGNICIÓN SOCIAL Y CONTROL EJECUTIVO
SEGUNDA ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE:
COMPRENSIÓN DE LECTURA
Con relación al análisis expuesto hasta ahora, de respuesta al siguiente cuestionario:
1.- Desde la perspectiva fisiológica, ¿qué es una emoción?
Las emociones son respuestas bioquímicas del cerebro que se producen en áreas muy específicas y que se presentan ante estímulos internos y externos, generando la producción de neurotransmisores y hormonas con el propósito de salvaguardar la integridad física y psicológica del individuo.
Las emociones consisten en patrones (neurovegetativos, endocrinos y conductuales) típicos de una especie. En los seres humanos, la emoción se considera un estado del organismo con diferentes formas de manifestación:
1. Es un estado con un nivel de activación fisiológica determinado, de acuerdo con la actividad del sistema nervioso autónomo y del sistema neuroendocrino (componentes neurovegetativo y endocrino, respectivamente).
2. Se genera todo un abanico de respuestas motoras, tanto de la musculatura facial como del resto de los músculos (componente conductual).
3. Hay un procesamiento cognitivo que permite al individuo hacer una valoración de la situación y ser consciente del estado emocional en el que se encuentra (componente cognitivo o sentimiento).
Los tres componentes iniciales de una emoción (componente neurovegetativo, componente endocrino componente conductual) Son los que posibilitan la supervivencia y la adaptación al medio cambiante, y no la experiencia privada o el sentimiento (componente cognitivo).
Las emociones son disposiciones con una base neural que posibilitan la puesta en marcha de acciones apropiadas a los acontecimientos que tienen lugar y que son de importancia biológica para el individuo, permitiendo una respuesta que facilite su adaptación a las demandas de la situación, que generalmente resulta cambiante.
Ø El componente neurovegetativo se encuentra relacionado con la respuesta del sistema nervioso autónomo, que facilitan la rápida movilización de los recursos energéticos que posibilitan la puesta en marcha de las conductas apropiadas para la situación en las que se encuentra el individuo
Ø El componente endocrino tiene por objeto reforzar las acciones del sistema nervioso autónomo. De esta forma, se secretan catecolaminas (noradrenalina y adrenalina) y hormonas esteroideas (como el cortisol) a partir de la glándula suprarrenal
2.- Según Descartes, los <pensées> y las <volontés> eran una forma de expresión emocional, ¿en qué consistían unas y otras?
« Para Descartes, una emoción o pasión es ante todo una pensée, una percepción, algo de lo que somos inmediatamente conscientes, o sea, un modo de la autoconciencia.
« Las pensées son infalibles y resisten la prueba del cogito porque si yo experimento una sensación o un sentimiento, entonces es absolutamente indudable que yo experimento lo que experimento.
« Las pensées son absolutamente indubitables. Si yo veo algo verde, es verdad que veo algo verde, aunque sea falso que haya algo verde que yo veo.
« Dentro de las pensées, Descartes distingue entre aquellas que son activas y responden a nuestra voluntad y aquellas que son pasivas y son independientes de nuestra voluntad.
« Las volontés o voliciones son las acciones del alma que terminan en sí misma o en el cuerpo mientras las passiones o perceptiones son aquellos fenómenos en los que el alma es pasiva y no activa
« Pueden ser causadas o bien por el alma misma o bien por el cuerpo. Son causadas por el alma misma, por ejemplo, las perceptiones de mis propias volontés porque en la medida en que las volontés son pensées son inmediatamente autoconscientes.
« Una volición es un modo de la autoconciencia, o uno de los modos del cogito, de tal manera que siempre que quiero algo sé que lo quiero. Mi saber que quiero algo es una percepción pasiva del alma causada por la volonté porque aunque querer es una actividad del alma, darme cuenta o percatarme de mi propia volición es un fenómeno pasivo y no activo, pero en cuanto que causada por la volición es originada por el alma misma.
« Antes se ha mantenido que toda pensée en cuanto que experiencia subjetiva es infalible, pero la infalibilidad que caracteriza a las emociones frente a las sensaciones estriba en que mientras que las últimas se refieren a la realidad exterior y, por tanto, su contenido objetivo puede ser falso, las emociones se refieren al estado del sujeto mismo y por ello son inmunes a la posibilidad del error. Las sensaciones externas pueden ser falsas porque en ellas cabe distinguir entre el sujeto y el objeto pero las pasiones no pueden serlo porque en ellas el objeto es un modo del sujeto.
« Las pasiones propiamente dichas son causadas por fenómenos corporales -y por eso, el alma es pasiva- pero no informan acerca del estado del cuerpo o de la realidad exterior, sino sólo del estado de la subjetividad misma. Así, por ejemplo, la tristeza es causada por determinados procesos corporales pero la percepción que la tristeza es no se refiere al estado de la corporalidad sino al del sujeto y, por tanto, como se agota en ser un modo de la autoconciencia, la percepción de la propia tristeza es infalible. Sentirse triste es estar triste.
« Descartes define las pasiones como "las percepciones, o los sentimientos o las emociones del alma, que se refieren particularmente a ella, y que son causadas, mantenidas y fortificadas por algún movimiento de los espíritus animales".
« Las pasiones, precisa, son percepciones porque son pensées -algo de lo que somos inmediatamente conscientes, o sea, un modo de la autoconciencia-, son sentimientos -porque son recibidas en el alma del mismo modo que los objetos de los sentidos externos-, son emociones porque modifican y agitan el alma y son causadas por los espíritus animales porque a diferencia de las volontés son pasivas y no responden a nuestra voluntad. En cuanto que son esencialmente percepciones de los estados anímicos del sujeto, las emociones son definibles en sí mismas y son cualitativamente distintas. Lo sentido en cada emoción es fenomenológicamente distinto en cada caso y, en consecuencia, por una parte, para identificar las emociones basta con atender a sus cualidades fenomenológicas y, por otra, describir una pasión es describir tales cualidades.
3.- ¿En qué consiste la teoría "James-Lange"?
Teoría de la emoción propuesta por William James y Carl George Lange (1834-1900) en 1884. Para James la emoción se produce por la repercusión en la conciencia de los trastornos periféricos provocados al percibir un objeto (estamos tristes porque lloramos).
La teoría de James-Lange sugiere que las emociones tienen una base física en el cuerpo. Cuando vemos algo emocional, ocurren cambios en el cuerpo, y estos cambios conforman nuestra experiencia emocional.
James explicó la teoría en su libro "Los principios de la psicología": escribe que “sentimos pena porque lloramos, enojados porque golpeamos, asustados porque temblamos, y no lloramos, golpeamos o temblamos, porque lo sentimos, enojado, o temeroso, según sea el caso ". En otras palabras, nuestras reacciones emocionales consisten en nuestras respuestas físicas a eventos potencialmente emocionales en el entorno. James sugiere que estas reacciones físicas son clave para nuestras emociones y que, sin ellas, nuestras experiencias serían “pálidas, incoloras y desprovistas de calidez emocional”.
Esta teoría se oponía a la idea proveniente del sentido común, en donde la percepción conllevaba una emoción y esta provocaba una reacción fisiológica. Tanto James como Lange proponían un modelo en el que la reacción fisiológica ante el estímulo era la que provocaba la emoción. Un ejemplo clásico de James es el del oso: el sentido común nos dice que el ver un oso provoca miedo, lo cual nos impulsa a correr. James dice que la respuesta adecuada ante un oso es correr, lo cual impulsa a sentir miedo.
En el estudio de la biopsicología de la emoción, esta teoría es un hito muy importante, al buscar un mecanismo fisiológico para las emociones. Aunque ya superada, no hay manual de psicología o psicobiología que se precie que no le dedique un apartado. La teoría se superó en los años 1920 al proponerse la teoría de Cannon-Bard, según esta teoría los estímulos emocionales tienen dos efectos excitatorios independientes: provocan tanto el sentimiento de la emoción en el cerebro, como la expresión de la emoción en los sistemas nerviosos autónomo y somático. Es decir, tanto la emoción como la reacción ante un estímulo serían simultáneas.
4.- ¿Cuáles fueron las distinciones entre la teoría "James-Lange" y las exposiciones hechas por Descartes 300 años antes?
Lange y James repiten a Descartes casi palabra por palabra, el cual 300 años antes que ellos, decía lo mismo de toda la historia anterior a dicha teoría. Según sus palabras:
Donde más claramente puede verse cuán grandes son las deficiencias de la ciencia que nos han transmitido los antiguos es en la manera de interpretar las pasiones (Descartes).
Las teorías de los antiguos sobre las pasiones le parecían tan pobres y, en su mayoría, tan dudosas, que “se vio obligado a abandonar radicalmente los caminos habituales para acercarse a la verdad con alguna certidumbre”. Por lo que, - continuaba- me siento obligado a escribir como si me ocupara de un tema que nadie antes de mí hubiera tratado”. Sin embargo, el sencillo estudio histórico realizado aplicadamente por Tichener muestra con claridad que el problema de Descartes, como el de James y Lange, ya era perfectamente conocido por Aristóteles.
La distinción fue que James Lang dijo que nuestra experiencia de una emoción es el resultado de la excitación que experimentamos. Este enfoque propone que la excitación y la emoción no son independientes, sino que la emoción depende de la excitación. El miedo no ocurre junto con el corazón acelerado sino que ocurre por el corazón acelerado.
5.- ¿Cuál fue el argumento empleado por Walter Cannon para debatir la teoría "James-Lange".
En la década de 1920, el fisiólogo norteamericano Walter Cannon rebatió la hipótesis de William James exponiendo una nueva teoría de las emociones basada en los experimentos de Philip Bard sobre lesiones corticales
Según la teoría de Cannon – Bard, la información de un estímulo emocional llega a regiones talámicas especializadas en el procesamiento sensorial. Esta Información es directamente enviada al hipotálamo, el cual pone en marcha los mecanismos que generan las respuestas emocionales. Asimismo, a la corteza cerebral llega la información sobre las características sensoriales del estímulo, por medio de las vías ascendentes talámicas, y la información sobre el significado emocional de este, por medio de las fibras nerviosas que suben desde el hipotálamo. En la corteza es donde se genera la experiencia consciente de la emoción o sentimiento.
Según la teoría de James – Lange, las emociones son respuestas cognitivas que interpretan cambios fisiológicos del organismo. La teoría de Cannon – Bard, por su parte, postula que el estado corporal (o respuesta física) y la sensación consciente de la emoción (o sentimiento) tienen lugar al mismo tiempo.
W. Cannon sometió a Un estudio experimental el sistémico problema de las modificaciones orgánicas que aparecían durante los estados emocionales. Sus investigaciones, contienen en el fondo una crítica demoledora de la teoría organicista de las emociones; sin embargo, fueron vistos y comprendidas por nuestro pensamiento científico como una prueba absolutamente incontestable de su exactitud.
Según Cannon se interpretó que las distintas modificaciones (estudiadas por él en detalle), que se producen en los órganos internos después de una gran excitación, podían confirmar la teoría James – Lange.
« Las investigaciones de Cannon revelaron experimentalmente que el dolor, el hambre y las emociones fuertes, como el miedo y la ira, provocan modificaciones que se caracterizan por su naturaleza refleja, en cuanto reacción orgánica típica que se manifiesta gracias a un automatismo heredado, por lo que esas modificaciones revelan un carácter racional desde el punto de vista biológico.
« Investigaciones posteriores han mostrado que la adrenalina, que entra libremente en la sangre, ejerce una apreciable influencia en el rápido restablecimiento de los músculos cansados, privados de su excitabilidad primitiva y de la posibilidad de reaccionar rápidamente, como los músculos relajados, y por lo tanto refuerza la influencia del sistema nervioso sobre los músculos, favoreciendo su trabajo máximo. Aparentemente, el objetivo del aporte sanguíneo y la modificación de la respiración es el mismo; la urgente necesidad de atacar o de huir requiere un abundante abastecimiento de oxígeno a los músculos que realizan un trabajo, así como una rápida eliminación del cuerpo del ácido carbónico elaborado. Por último, también el carácter racional de una coagulación acelerada de la sangre puede considerarse manifiestamente un proceso útil para el organismo.
Generalizando esos datos, Cannon propone considerar todas las reacciones del organismo provocadas por una irritación dolorosa y por una excitación emocional como reacciones instintivas de defensa que aparecen de manera natural. Esas reacciones pueden ser interpretadas, como la preparación para una gran tensión que puede ser requerida al organismo. Así – dice Cannon, - desde ese punto de vista general, los cambios corporales que acompañan estados emocionales fuertes pueden servir para preparar al organismo ante una lucha inminente y ante posibles lesiones; y condicionan de una manera natural las reacciones que el dolor puede provocar por sí mismo.
Si quisiéramos resumir el significado general de los hechos descubiertos por Cannon, deberíamos aceptar que éste describe la acción dinamógena de una excitación emocional como un elemento fundamental.
6.- ¿Cuáles fueron las contribuciones realizadas por Jamez Papez para comprender la fisiología de las emociones?
En 1937, el científico norteamericano Jamez Papez propuso un circuito específico de la expresión y la experiencia consciente de la emoción.
Papez escribió en dos días un artículo titulado “A proposed mechanism of emotion (1937)
Se basó principalmente en observaciones clínicas de pacientes con lesiones del lóbulo temporal medial y en estudios de animales sobre la función del hipotálamo. Papez supuso que cuando la información sobre un estímulo emocional llega al tálamo se divide en dos ramas o vías:
1. La vía del pensamiento: es la ruta que lleva la información sensorial del estímulo hacia la neocorteza;
2. La vía del sentimiento: lleva la información del estímulo hacia los cuerpos mamilares del hipotálamo, lugar en el que se ponen en marcha los mecanismos neuroendocrinos, neurovegetativos y motores de la expresión emocional.
Papez propuso que la percepción de las emociones podría tener lugar de dos maneras:
a) activando la vía del sentimiento y, por tanto, el circuito bidireccional hipotálamo - corteza singular, y
b) activando el reconocimiento y los recuerdos sobre el estímulo emocional en la neo corteza mediante la vía del pensamiento y proyectando posteriormente hacia la corteza simulada para poder generar la percepción del sentimiento.
Papez (1929) señala que la comunicación entre el hipocampo y la corteza cerebral (neocorteza) se lleva a cabo de manera recíproca. De esta forma, la neocorteza y el hipotálamo están en comunicación constante y una estructura influye en la otra por medio del giro cingulado. Así, la comunicación se llevaría en el siguiente orden: la formación hipocampal procesa la información que proviene del giro cingulado y la lleva hasta los cuerpos mamilares del hipotálamo vía fórnix (fibras que en parte sacan información del hipocampo).
Al mismo tiempo, el hipotálamo envía información al giro cingulado por la vía cuerpos mamilares-núcleo
talámico anterior (tracto mamilo-talámico) y de aquí a la corteza frontal
7.- ¿Cuáles fueron las conclusiones del experimento "Schachter y Singer"?
En 1962, Stanley Schachter y Jerome E. Singer, propusieron una nueva teoría de la emoción atendiendo a la influencia de los factores cognitivos: la teoría conocida como “Teoría de Schachter-Singer” o teoría de los dos factores de la emoción. Estos autores se dieron cuenta de que la gran variedad de estados emocionales sentimientos y estados de ánimo no coincidía exactamente con los patrones viscerales de respuesta. En relación con eso, consideraron que los factores cognitivos podrían constituirse como los principales determinantes de los estados emocionales. Según esta teoría, la corteza transforma las señales periféricas en sentimientos específicos. La corteza es capaz de generar un procesamiento cognitivo de la información periférica en concordancia con las experiencias individuales y el contexto en el que se desarrolla la emoción. Esta fue la primera teoría que presentó un modelo de experiencia emocional basado en etiquetas cognitivas en respuesta a una activación fisiológica determinada.
Schachter y Singer hicieron especial hincapié en el hecho de que la corteza construye la emoción basándose en las señales, a menudo inespecíficas, que recibe la periferia.
Según esta teoría, la persona recibe información sensorial de un determinado estímulo. Dicha información es utilizada para desencadenar un patrón general de activación del sistema nervioso autónomo (rama simpática). La persona interpreta este estado de agitación simpática en función de las características contextuales de la situación y de las experiencias previas vividas. Según estos autores, si una persona carece de explicaciones causales para un estado de activación simpática determinado, lo etiquetará en función de las cogniciones disponibles. Asimismo, en el caso de disponer de una explicación adecuada para el estado de activación, resulta poco probable que se aplique un etiquetado cognitivo alternativo. Además, en «circunstancias cognitivas» equivalentes, una persona sólo experimentará una emoción en tanto que previamente se haya inducido el patrón general de activación simpática.
8.- ¿En qué consistió el modelo experimental de investigación realizado por Antonio Damasio para proponer la fisiología de las emociones?
Proponen que la experiencia de la emoción o sentimiento es una creación del cerebro para explicar las reacciones del cuerpo ante una situación determinada.
En 1994, el neurólogo Antonio Damasio, publicó el libro “El error de Descartes”. Dicha obra trataba sobre el procesamiento neural de las emociones y sobre la toma de decisiones y el comportamiento social. A partir de esta publicación, surgieron obras que intentaban abordar el estudio de las emociones desde la neurociencia, teniendo presentes diferentes componentes y aspectos. De esta forma, investigadores que habían estudiado las emociones en modelos animales comenzaron a hacer sus aportaciones.
En su obra El error de Descartes, Damasio intentaba establecer una relación entre emociones y razón. Damasio partía del estudio de diferentes casos clínicos que presentaban alteraciones en la toma de decisiones y trastornos emocionales. A partir de dichas evidencias clínicas, formuló la conocida “hipótesis del marcador somático”, según la cual las emociones se relacionan con la razón, en tanto y en cuanto pueden ayudar en el proceso de razonamiento.
Según Damasio, en determinadas ocasiones las emociones pueden sustituir a la razón. Por ejemplo, la emoción de miedo constituye una respuesta que puede ayudar a mantener a un individuo lejos de un estímulo que ponga en peligro su supervivencia. Para poner en marcha dicha respuesta emocional, no es necesaria la razón. Según este autor, la razón hace lo mismo que las emociones, pero lo consigue de forma consciente. Asimismo, Damasio sugiere que por sí solas las emociones pueden resolver diferentes problemas del mundo cambiante y complejo. No obstante, en determinadas ocasiones pueden aportar soluciones desventajosas. De forma añadida, Damasio expone que filogenéticamente el sistema de razonamiento inteligente se ha desarrollado como una extensión del sistema emocional automático, permitiendo que las emociones desempeñen ciertas funciones en el proceso de razonamiento. De esta forma, las emociones pueden acentuar la relevancia de una determinada premisa y, al hacerlo, influir en el desenlace a favor o en contra de dicha premisa. También pueden participar en el proceso de consideración de los múltiples factores que se deben tener presentes para alcanzar una decisión concreta.
La participación de las emociones en el proceso de razonamiento puede resultar favorable o perjudicial, en función de las circunstancias y del contexto de la decisión y en función de la historia y las experiencias previas de la persona que ha de tomar la decisión. No obstante, cuando se prescinde por completo de las emociones en el ámbito del razonamiento, como sucede en algunos estados neurológicos, la razón resulta ser todavía más efectiva que cuando las emociones resultan ser desventajosas para la toma de decisiones. La hipótesis del marcador somático de Damasio postula que las emociones pueden señalizar ciertos aspectos de una situación o determinadas consecuencias de posibles acciones. Las emociones manifiestan esta señalización tanto de forma abierta como de forma encubierta. En relación con el conocimiento que es utilizado en el razonamiento, este puede ser explícito o también puede estar parcialmente encubierto (por ejemplo, cuando la persona intuye una solución).
Según Damasio, las emociones participan en la intuición, de forma que mediante un proceso cognitivo muy rápido se puede llegar a una conclusión sin ser consciente de todos los pasos lógicos intermedios. Para Damasio, la calidad de la intuición de cada uno depende de los razonamientos anteriores y de la clasificación llevada a cabo de los acontecimientos de la experiencia pasada en relación con las emociones que los precedieron y sucedieron, así como el tipo de reflexión ejercida sobre los éxitos y los fracasos de las intuiciones anteriores. Es necesario tener presente que los sistemas cerebrales que se ocupan conjuntamente de las emociones y de la toma de decisiones por lo general participan en la gestión de la cognición y el comportamiento social.
Damasio ha hallado diferentes pruebas que apoyan la hipótesis del marcador somático en el estudio de pacientes neurológicos que presentan un comportamiento social alterado, debido a lesiones en la corteza frontal. En relación con este tipo de estudios clínicos, el equipo de Damasio ha podido comprobar un rasgo diferencial entre los casos con lesiones frontales producidas en edad infantil y los casos en los que dicha lesión fue producida en edad adulta: los pacientes con lesiones en edad infantil no parecían haber asimilado las convenciones sociales y las normas éticas que deberían regir su comportamiento, mientras que los pacientes adultos conocían las normas, pero no podían actuar de acuerdo con ellas (en los casos de lesión infantil nunca se había llegado siquiera a aprender las normas). Los casos de lesiones de la corteza frontal en edad adulta indican que las emociones son necesarias para mantener un comportamiento social adecuado, mientras que los casos de lesión en niños, parecen demostrar que las emociones también son necesarias para dominar los comportamientos exigidos para tener un comportamiento social adecuado. Para Damasio, los mecanismos de la homeostasis básica podrían constituir una vía de desarrollo cultural de los valores humanos que permita juzgar las acciones como buenas o malas y clasificar los objetos como agradables o desagradables.
9.- ¿Cuál es la distinción entre una emoción, un sentimiento y un estado de ánimo?
Las emociones son programas de acciones que modifican rápidamente el estado de varios componentes de nuestros cuerpos en respuesta, por ejemplo, a una amenaza o a una oportunidad.
Emoción es una interpretación cognitiva de los sentimientos subjetivos inferidos sobre un estímulo
Los sentimientos son algo bastante diferente, son experiencias mentales de estados corporales que incluyen, por supuesto, los estados causados por las emociones. Es bastante evidente que los dos grupos de fenómenos son distintos, tanto el público general, por no mencionar a distintos científicos, han utilizado de forma intercambiable los dos fenómenos como si fueran la misma cosa.
La “hipótesis del marcador somático”: Las emociones alteran el estado corporal, el soma. Y somático porque el estado afectivo del cuerpo, en función de su propia valencia natural, marca una cierta opción como buena, mala o indiferente. Bien, la asignación caló. La gente se refiere a ella y, por lo general, entiende la clave de la idea solo con el nombre. En este caso encuentran un nicho.
Un estado de ánimo el estado de ánimo se utiliza para hacer referencia a las situaciones en las cuales tiene lugar una determinada emoción de forma habitual o continua.
El estado de ánimo se refiere al humor de una persona, es decir, lo equilibrado que está en una situación determinada.
Cuando hablamos de estado de ánimo, nos referimos a un conjunto de sentimientos que se mantienen de forma relativamente estable a medio plazo, y que nos facilitan o dificultan la puesta en marcha de determinados comportamientos.
El ánimo, a diferencia de las emociones, es entendido como una sensación de fondo, cómo un estado de menor intensidad pero más duradero en el tiempo. Esto significa que podemos mantener un determinado estado de ánimo y al mismo tiempo, en ese período, sentir emociones que van en otra dirección, menos favorable. Por ejemplo, sentir una ocasional tristeza y aún así, mantener un buen estado de ánimo como tónica general.
10.- ¿Qué aportaciones realizó Paul Ekman en el estudio de las emociones?
En 1971 Ekman y Friesen estudiaron a los miembros de una tribu aislada de Nueva Guinea que no había establecido contacto alguno con el mundo exterior. Los individuos de esa tribu no presentaron ningún problema a la hora de reconocer las expresiones faciales y emocionales producidas por individuos occidentales.
Ekman y Friesen concluyeron que las expresiones emocionales quedaban constituidas como patrones no aprendidos e innatos. De forma añadida, Ekman et al., estudiaron la respuesta emocional de estudiantes japoneses y americanos ante una película de alto contenido emocional en dos condiciones diferentes: cuando el individuo estaba solo cuando estaba en presencia de otra persona. En la cultura japonesa, que considera socialmente inadecuada la demostración pública de las emociones, era de esperar que los estudiantes japoneses mostraran menos expresiones emocionales faciales y posturales ante otra persona en comparación con los estudiantes americanos. Los resultados confirmaron esta hipótesis. No obstante, cuando los individuos estaban solos, apenas había diferencia en la expresión emocional entre los estudiantes japoneses y los americanos.
El psicólogo y antropólogo Paul Ekman de la University of California en San Francisco, publicó con su colega Wallace Friesen en 1978 el Facial Action Coding System a base de cross cultural studies en distintas partes del mundo, en el cual postulan la existencia de seis emociones básicas en todos los seres humanos independientemente de las raíces culturales cuya expresión se proyecta en el área facial.
Las emociones básicas según ésta tabla serían alegría, tristeza, enojo, sorpresa, miedo y asco. Una prueba importante de ésta tesis forma la investigación de Ekman y Friesen hecho en Papua Nueva Guinea (1971), en la cual estudiaron las expresiones faciales de los Fore, una población indígena no alfabetizada sin contacto directo con el mundo occidental y oriental alfabetizado.
Contando historias y dando a elegir entre fotografías con expresiones faciales para representar una emoción relacionada, los autores llegaron con resultados acertados entre 64-90% a la conclusión que los Fore comprenden la expresión emocional en la cara igual que personas alfabetizados de las culturas orientales y occidentales, con lo cual la conducta facial para expresar emociones según estos autores fue declarada universal. Aun así las historias contadas contenían ya la expresión lingüística de las emociones básicas ordenadas a priori.
¿Existe en la actualidad un referente universal para clasificar las emociones? ¿si/no, cuál o por qué?
No. He aquí un breve resumen de la historia de la clasificación de las emociones.
Los primeros interesados en ordenar las emociones fueron los filósofos racionalistas del Barroco (Gurmendez, 1986; Colhoun y Solomon, 1989). René Descartes distinguía seis emociones primitivas: la admiración, el amor, el odio, el deseo, la alegría y la tristeza.
Baruch Spinoza, en cambio, consideró que eran 15 las pasiones básicas: la codicia, la envidia, los celos, el orgullo, la humildad, la ambición, la venganza, la avaricia, el trabajo, la pereza, el deseo, el amor pasional, el paternal y el filial y, finalmente, el odio.
Dos siglos más tarde, en 1896, Wilhelm Wundt, uno de los padres de la psicología experimental, planteó un sistema afectivo de tres dimensiones o ejes formados por aspectos primarios y polares de la vida afectiva: un eje excitación-calma, otro de placer-dolor y el tercero de tensión-alivio.
Más recientemente, Heller (1980) propuso una clasificación de los sentimientos en impulsivos (como los instintos), orientativos (de cara a la voluntad) emociones cognitivo-situacionales (que varían con las circunstancias), afectos (sexual, miedo, vergüenza, alegría, tristeza), el talante, las pasiones, los sentimientos del carácter o la personalidad y las predisposiciones emocionales. Como se puede ver por la diversidad de estas propuestas, el mapa del afecto no solo distaba de estar trazado sino que no había los instrumentos ni los criterios necesarios para lograrlo.
A partir de 1972 ha resurgido con mayor éxito idea de que hay emociones fundamentales o primarias y diversos estudiosos concuerdan en que estas son seis: la alegría, la tristeza, el miedo, el disgusto, la sorpresa y la ira. A diferencia de sus predecesores, estos investigadores tienen un argumento empírico en qué apoyarse: las expresiones faciales de los seres humanos y algunos animales. En efecto, las expresiones faciales de cada una de las emociones humanas básicas son fácilmente discernibles, se producen ante estímulos similares, se manifiestan y reconocen en todas las culturas (Ekman, 1972; Izard, 1977). Además estas categorías básicas de la emoción han recibido el respaldo de estudios fisiológicos de la musculatura del rostro y de la comunicación entre los sujetos.
Por ejemplo, Dore y Kirouak (1985) encontraron que hay una correlación significativa entre la descripción verbal de una situación y su valor para producir las seis emociones primarias. Posteriormente Kirouac y col. (1986) mostraron fotos de las seis expresiones faciales básicas a 100 estudiantes de ambos sexos, y les pidieron que las identificaran con categorías etológicas de conducta (afiliación, atención, evasión, solicitud de ayuda, ataque y rechazo). La identificación fue correcta en un nivel muy superior al azar, lo cual indica que los gestos realmente comunican disposiciones para la acción.
Plutchik (1980) elaboró un modelo taxonómico de las emociones colocando ocho primarias en un círculo, de tal manera que las menos similares se encuentren en mutua oposición, con lo cual obtiene los siguientes cuatro ejes: alegría-tristeza, disgusto-aceptación, ira-miedo, sorpresa-anticipación. Según Plutchik, la mezcla de dos emociones primarias origina sensaciones secundarias, como:
aceptación+ miedo = sumisión; ira + disgusto = desprecio; alegría + aceptación = amor.
A pesar de sus problemas y limitaciones, los esfuerzos de este tipo son particularmente destacados porque constituye lo que podría llegar a ser modelo de la arquitectura del sistema afectivo.
Sin embargo, para tener éxito en esta empresa es necesario definir antes una estrategia que resulte convincente. Un fundamento necesario para la construcción de una topología del sistema afectivo es establecer sus dimensiones. La idea de que hay dimensiones en tal sistema se originó, como hemos visto, a finales del siglo XIX con Wundt (1896) y ha dado lugar a diversas teorías. Entre las más aceptadas está la teoría de placer – activación de Russell (1980).
No se sabe realmente cuantas y cuales emociones hay, ni se cuenta con una tabla periódica de ellas, Ortony y Turner (1990) afirman que no hay bases empíricas para elaborar la clasificación de emociones básicas y que estas son más bien, artículo de fe este objetivo es que no sabemos realmente cuantas y cuales emociones hay ni contamos con una tabla periódica de ellas.
Consideremos la razón del problema. En el lenguaje natural, los conceptos subyacen al uso de los términos, y la comunicación es posible porque el concepto se asocia a rasgos distintivos del referente o del objeto; tal asociación constituye el significado de una palabra. A pesar de las complejidades e incógnitas de la semántica esta asociación entre palabra y objeto parece manifiesta para los términos que designan cosas y sucesos físicos externos a los sujetos.
Hay dos posturas sobre cuáles son las emociones básicas. La clásica plantea que las mismas son asco, tristeza, alegría, enojo, miedo y sorpresa; y la postura actual concluye que las emociones básicas son tristeza, alegría y la combinación de miedo/sorpresa por un lado y enojo/asco por otro.
Por un lado, se encuentra la postura clásica sobre la existencia de 6 emociones básicas que incluye miedo, enojo, sorpresa, alegría, tristeza y asco (Matsumoto y Ekman, 2009; Damasio, 2000). Por otro lado, un estudio actual que investigó la dinámica temporal de las expresiones faciales que conforman las emociones planteó que son 4 tristeza, alegría, asco/enojo y sorpresa/miedo. Lo que sucede en estos últimos casos es que se comparten códigos de procesamiento y representación (unidades de acciones) a
través de ciertos movimientos de músculos faciales; la sorpresa y el miedo comparten la apertura de los ojos y el arqueo de las cejas, mientras que el asco y el enojo comparten la nariz arrugada (Jack et al, 2014).